Ella en un principio no quería ir, la persona que la estaba invitando en algún momento le causó repudió, pero en un momento determinado, su hija estaba pasando por un momento muy fuerte de depresión y cuando ella regresa ya sin ningún rasgo de depresión, la curiosidad por saber lo que vivió su hija, hizo que viviera su experiencia.
Al día de hoy lleva ya más de diez años militando en un grupo de ayuda mutua.